Dentro de poco y con motivo de Semana Santa, miles de personas se desplazarán a playas y balnearios a disfrutar del asueto.
Debido a este movimiento extraordinario de gente y vehículos, es de rigor emplazar en lugares estratégicos equipos de socorro que se encargarán de atender las contingencias que nunca faltan, debido en gran medida a imprudencias que comete la gente y que dejan como resultado muertes y lesiones.
Pero llama poderosamente la atención el hecho de que una de las mayores dificultades que enfrentan los voluntarios de la Defensa Civil es la intolerancia de la gente, su actitud de ignorar las recomendaciones que les hacen los socorristas para prevenir accidentes y otros percances. Los conductores hacen poco caso a los consejos para que moderen la velocidad y eviten ingerir bebidas alcohólicas. En las playas pasa igual con muchos bañistas.