Ing. Franklin Torres, Coordinador Nacional del Movimiento DE LO MIO con Danilo
Los presidentes, de la República Dominicana, doctor Leonel Fernández, y el de Haití, Michell Martelly, acaban de rubricar siete protocolos para que podamos entendernos en distintos aspectos de las relaciones bilaterales. Ha sido el resultado de un trabajo de la Comisión Mixta que opera entre los dos países.
Esos acuerdos son, el que crea el Fondo Bolivariano de Solidaridad con Haití; otro sobre comercio, inversión y turismo; tocante al transporte transfronterizo; sobre seguridad y fronteras; de cooperación técnica en materia de educación superior y el inicio académico de la Universidad Henri I, de Limonade, la que fuera donada por nuestro país; otro de cooperación técnica en el área de programas sociales de transferencias concesionadas, y uno sobre colaboración entre los Ministerios de Planificación de ambos países.
Es evidente que no podemos obviarnos. Y, sobre todo, no podemos planificarnos sin los problemas y las potencialidades que nos representa Haití. Sería como ignorar las cosas que nos tocan la nariz. En otras palabras, tenemos que procurar negocios con los haitianos y un marco legal de respeto.
Nuestras empresas deben instalarse en Haití. Muchas pueden establecerse en su territorio, ya sea en inversión directa o en acuerdos con grupos haitianos. Lo mismo para que inversiones haitianas vengan al país. El Grupo M de Santiago se ha instalado en Haití y está exportando al mercado de los Estados Unidos, aprovechando ventajas dispuestas para Haití.
El Banco de Reservas ya anunció que se instalará en Haití, y muchos otros productores dominicanos hacen negocios con los haitianos. Ellos se comen 30 millones de huevos cada mes, producidos de este lado de la frontera, para sólo citar un caso.
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