NI LA IGLESIA ! Hipólito Mejía dice Nuñez Collado tiene cuenta millonaria en Puerto Rico

Más que una “quijotada”, la sola referencia del candidato Hipólito Mejía de que monseñor Agripino Núñez Collado tendría una cuenta en dólares en Puerto Rico habría que registrarla como la mayor -y más costosa- “metida de pata” de la actual campaña electoral.


¿En la propia universidad que dirige el religioso, y con el anfitrión al lado, cómo se le ocurre al ex Presidente citar y poner a éste de ejemplo, en momentos en que hablaba a los estudiantes de supuestas cuentas en el extranjero y de dinero producto del lavado, sin haber cerrado previamente el tema o haberle puesto un punto y aparte? Sólo la “incontinencia verbal”, que una vez citara Hatuey cuando él y Mejía luchaban en aceras opuestas, pudo parir y dejar salir semejante imprudencia, por demás muy costosa a estas altura de la campaña, con un Danilo Medina puntero en las encuestas más serias y con la brisa a favor.



 Sabrá Dios el esfuerzo extraordinario (una especie de “trágame tierra”, frente al desatino y la vergu¨enza ajenas) que debió hacer monseñor Núñez. Collado ¡para no parar en seco y desmentir en el mismo instante y escenario al visitante extralimitado! Se caía de la mata, sin embargo, que al pararse del asiento en la mesa de honor en la que acompañaba al candidato presidencial del PRD los periodistas le preguntaran al religioso por la veracidad de la cuenta y los cuartos atribuidos por Hipólito en Puerto Rico.


El monseñor inmenso y acreedor de una mayor consideración y respeto (“pero de todos”), por sus grandes aportes a la sociedad dominicana con la entrega de miles de profesionales desde la universidad que dirige y siendo abanderado de la concertación y el diálogo como salida a diversas crisis institucionales del país, fue tajante: ”Yo no tengo cuentas”… Para agregar: “Quien no tiene hechas, no tiene sospechas”… No deja de ser, sin embargo, un apuro (por no decir agresión) innecesario en el que se metió a monseñor Agripino. 


¿Costo político y las posibles consecuencias de la salida de Hipólito Mejía? Como “hasta con la Iglesia hemos chocado, Sancho” -y al margen del efecto que esto pueda tener entre los votantes de cierto nivel y conciencia-, ¿usted se imagina que desde las más altas instancias católicas se “baje una línea” a toda la feligresía, para que un determinado camino sea “cerrado”, incluso “definitivamente cerrado” en mayo en las urnas?


Por Luis Encarnación Pimentel EL PLAYERO DIGITAL BLOGSPOT