La adicción al sexo o hipersexualidad consiste en la incapacidad de control sobre el comportamiento sexual y el deterioro o malestar clínicamente significativo que provoca en la persona que lo sufre, no solo se basa en un deseo sexual excesivo o muy intenso.
Se trata de una conducta sexual que afecta en distintos aspectos de la vida de quien la padece, provocando dificultades a nivel afectivo, familiar, social o económico.