Espaillat, Moca.- La Ciudad del Viaducto, es una capital llena de hoyos.
En sus puentes, callejones, calles y grandes avenidas se observan roturas, zanjas y otras perforaciones que afectan el flujo normal del tránsito, dan un tono de descuido al entorno urbano, y ponen en peligro la integridad de miles de vehículos, conductores y peatones.
Los hoyos y boquetes de Moca no discriminan clases sociales. Aparecen con las mismas dimensiones en cualquier zona de la ciudad.
Dañan vehículos
“Cada vez que este carro cae en un hoyo se maltrata. Se le dañan los amortiguadores. Y eso es pérdida económica, porque cuando lo arreglo llevo menos dinero a mi casa”, dice el taxista Lorenzo Mejía, molesto porque el mal estructural está presente por dondequiera que anda.
Como él, el conductor Miguel Grullón se queja por las condiciones de las calles de Moca y asegura que en más de una ocasión ha estado a punto de sufrir graves accidentes, por culpa de los boquetes citadinos.
Los conductores no sólo se preocupan por el daño que provocan a su sus vehículos los numerosos hoyos. El hecho de esquivar cualquier interrupción de la vía los coloca en riesgo de que chocar o recibir el choque de otros choferes. Este riesgo de accidente se incrementa en horas de la noche y en tiempos de lluvia, cuando los boquetes son más difíciles de advertir. En todo momento la vida humana se encuentra en peligro.
Antes se hablaba del la Cara y el Mono -NO-, ahora ni el uno ni el otro!
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