Es importante saber el riesgo que se asume al tener relaciones sexuales en cuarentena, pero es bueno conocer también los beneficios que el sexo implica para nuestra salud si no tenemos el Covid-19
Con el aislamiento social y la obligación de cada quien mantenerse en casa es casi imposible no tener relaciones sexuales a diario con tu pareja. Si viven juntos o decidieron pasarse esta cuarentena en la misma casa llegará un punto en el que hicieron quizás todo lo que podían en un día y aún sobra tiempo, así que no hay mejor opción que acurrucarse y darse un poquito más de cariño.
Pero, ¿es esto bueno o malo? Pues depende, si uno de los dos tiene síntomas no es la mejor opción, porque, aunque no es una infección de transmisión sexual y por ende no se contagia por el sexo, se estarían enfrentando al riesgo de que ambos se infecten (aunque con virus o sin virus siempre hay un riesgo), ya que besarse, tocarse y todos los etcéteras son claros facilitadores del contagio y ¿te imaginas un acto sexual sin besos, ni caricias?... Mmm no.
En cambio, para quienes no están con los síntomas, ni tienen el virus, tener relaciones sexuales es una de las prácticas más convenientes porque aparte de producirte placer, disminuye el estrés y las muestras de cariño y los orgasmos (aumentan los niveles de oxitocina en sangre) funcionan de forma positiva en nuestro sistema inmunológico.
Mientras muchos hacen memes, se adaptan al teletrabajo, o se conforman con tomar clases desde casa, otros se ponen a fantasear con diferentes posturas para mantener relaciones sexuales sin que esto suponga un foco de riesgo.
Un artículo publicado en Voz Populi en forma de broma muestra cómo hay siete posiciones recomendadas, que son aquellas en las que hay menos contacto físico y se puede mantener el metro y medio de distancia entre las caras de ambos. Las más recomendadas en estos tiempos de coronavirus son:
1. El perrito. A los hombres les encanta, pues el juego de dominación y sumisión resulta de lo más excitante.
2. La profunda. Esta postura es ideal para los hombres con barriga. En esta posición ella se coloca tumbada boca arriba con las piernas dobladas y tocando su pecho. El hombre se pone de cuclillas y la penetra.
3. La amazona ardiente. Ella se pone encima de él. No hace falta que cada pierna esté a un lado: puede estar sentada a horcajadas o mantener las dos piernas en el mismo sentido. Además es posible practicarla a la inversa, la mujer no tiene por qué mirar al hombre, puede ponerse de espaldas a él.
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