De acuerdo con Lía Soriano, sexóloga y terapeuta de Armario Abierto, Centro de Educación en Formación en Sexualidad, pensar en otra persona en la intimidad es algo que no tiene nada de malo, por el contrario, debe ser disfrutable, máximo cuando se trata de una fantasía sexual.
Este tipo de fantasía suele tener su inicio durante el periodo del autoerotismo, explica, en la cual suele ser muy frecuente y permite, a la propia persona, alcanzar un grado de excitación que le lleva a la satisfacción.
Según la especialista, entre las personas con las que solemos pensar en la intimidad se pueden contar artistas, celebridades, estrellas del porno y aquellas que constituyen un estereotipo de belleza y sensualidad.
Sin embargo, cuando una persona ya está instalada en una relación de pareja, pensar en alguien más pudiera obedecer a distintas causas: si ya se tiene mucho tiempo con la relación y se ha caído en la rutina o monotonía, cuando existe un caso de infidelidad, pudiera suceder si la relación se ha descuidado, e incluso, por temor a sentirse controlado por la pareja.
Pensar en otra persona durante la intimidad suele pasar de manera de manera inconsciente, pero quienes se predisponen a ello o si lo hacen como hábito para funcionar sexualmente con su pareja, deben hacer un examen de conciencia y analizar su relación, debido a que puede ser signo de que ésta no le satisface emocional, ni sexualmente.
Una buena manera de revertirlo, de acuerdo con Lía Soriano, es la nutrición emocional junto con la pareja, que no es otra cosa de aprender a valorarla, conocerla aún más en la intimidad, descubrir nuevas formas para erotizarse, lo cual se reflejará en una mejor y mayor satisfacción sexual para ambos.
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