MUCHAS PREGUNTAS Y POCAS RESPUESTAS
ANTE UN MANIÁTICO "INCENDIARIO"
HOY SU LENGUA Y PAYASADAS, MAÑANA GUERRAS MUNDIALES
Quiso decir algo, pero lo hizo mal. No es un gran comunicador, pero sí un gran incendiario. Llevamos meses escuchando de Donald Trump cuanta estupidez podamos imaginar. O no. Tal vez no imaginamos nunca que una contienda electoral se tornaría tan absurda... y peligrosa, y eso que estamos acostumbrados a que manden al diablo a las instituciones. Pero jamás habíamos oído tanta irresponsabilidad. Hace un par de días, en Carolina del Norte..., el republicano volvió a demostrar el por qué tantas voces se han levantado en su contra, voces que incluso vienen del interior del partido que lo está abanderando. Sin embargo, no lo habíamos escuchado soltar con tanta ufanía una declaración semejante: “Si ella —Hillary Clinton— logra elegir a sus jueces, no habrá nada que hacer, amigos (...) Aunque la gente de la Segunda Enmienda —los propietarios de armas—… quizá sí pueda —hacer algo—, no lo sé...”. Hablaba de la posibilidad de que con la victoria demócrata se realizarán modificaciones a esa polémica ley. Quiso dar su punto de vista, según, y lo dijo así: mal, profundamente mal.
Con el antecedente que ahora tenemos de Trump, que dejó de ser el empresario payaso y mediático con particular gusto por los reflectores, es imposible aludir a una malinterpretación de quienes lo escuchamos. En esta declaración caben muchas posibilidades y es, justo eso, lo que preocupa. ¿Cómo el aspirante al máximo cargo de poder en el mundo le juega a la ambigüedad? ¿Cómo, sobre todo, en una contienda que está plagada, gracias a él, de discursos de odio? Entre el odio y la violencia no hay mucha brecha de separación. Lo dicho por Trump se entiende como una carta abierta para que alguien con un arma apunte contra la aspirante demócrata. ¿O estamos exagerando?
Ya antes lo vimos sugerirle al gobierno ruso que realice acciones de espionaje contra Clinton... y, bueno, tantas y tantas más declaraciones que rayan en lo irracional y de las que aquí hemos dado cuenta. Pero, sin duda, ésta última provocó tal efecto, que incluso el Servicio Secreto reaccionó y escribió un tuit donde afirman haber tomado nota de semejante declaración.
Como era de esperarse, el candidato republicano culpó a los medios. Asegura que le tienen mala fe, que su discurso fue malinterpretado y sacado de contexto. Que él quiso decir otra cosa. Evidentemente la campaña demócrata tomó este episodio para hablar, de nuevo, de los peligros que representa una figura como la del empresario. Sin embargo, lo que ha resultado aún más sorpresivo, y que tal vez sea lo que más le molesta al candidato, es que figuras republicanas como Paul Ryan pidió que salieran pronto a aclarar el asunto, pues aunque se haya tratado de una broma (pésima, de ser así), sería inadmisible jugar con esto.
Hace un par de días, la cadena NBC dio a conocer su reciente encuesta. En ella, Clinton tiene diez puntos de ventaja sobre Trump: 51 y 41%, respectivamente. Días antes otras encuestas habían registrado números similares. El furor tras las convenciones de ambos partidos pasó y es claro que quien ganó adeptos fue la demócrata. Lo ocurrido el martes, puede representar punto de partida para que se ponga mucho más cuidado en las palabras del republicano, que varias cejas levanta dentro de su partido. Y es que, megalómano como es, Trump jamás sería capaz de reconocer un error. Su soberbia es su punto frágil y eso, esperamos, puede convertirse en oportunidad para que Clinton lo mande a la lona en noviembre próximo. Pero él parece querer incendiar hasta la lona antes de que eso suceda.
CAMBIÓ EL ESCENARIO
Metidas de pata derrumban a TrumpHILLARY ENCABEZA TODAS LAS ENCUESTAS
La candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, lidera de forma holgada la intención de voto frente a su rival republicano, Donald Trump, de acuerdo con dos nuevas encuestas divulgadas este lunes por medios estadounidenses.
El sondeo de la CNN, elaborado entre el 29 y el 31 de julio, justo después de la Convención Demócrata de Filadelfia, revela que Clinton cuenta con un 52 % de la intención de voto frente al 43 % de Trump.
Un resultado muy diferente al de hace una semana, con la encuesta elaborada justo después de la Convención Republicana de Cleveland, que otorgaba al magnate un 48 % de la intención de voto, tres puntos más que Clinton.
El sondeo de CNN lo hizo la empresa ORC, tiene una muestra de 894 votantes registrados y un margen de error del 3,5 %.
La segunda encuesta, también elaborada durante el fin de semana posconvención, indica que Clinton tiene un margen de cuatro puntos frente a Trump, 46 % a 42 %.
El mismo estudio desarrollado la semana anterior otorgaba a los dos candidatos un 42 %.
La de CBS fue elaborada por la consultora SSRS a 1.131 votantes registrados y tiene un margen de error del 3 %.
Cabe recordar que en Estados Unidos el voto popular no otorga la victoria de forma automática en las eleccionespresidenciales, sino que el ganador es el que más votos electorales tenga en función de los estados que haya sumado.
Puede darse la paradoja de que el candidato más votado no llegue a la Casa Blanca, como pasó en el 2000 con el demócrata Al Gore, quien perdió las elecciones frente al expresidente George W. Bush pese a sumar cerca de medio millón de votos más.
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