Casi nadie podría confesar públicamente su temor al éxito, es más, no es fácil que alguna persona afirme públicamente que un ascenso en el trabajo, logro académico o artístico, le produzca cierto miedo. La realidad es que por más que se desee algo y busque concretar, a veces somos nosotros mismos quienes nos saboteamos para no alcanzarlo.
Jenifer Linda Salinas, psicóloga y terapeuta, explica que el temor al éxito, a veces se convierte en una condición psicológica que nos puede paralizar y comenta que se esto se relaciona con la baja autoestima y en casos más serios, con un sentimiento de inferioridad y poca o hasta nula auto confianza; provoca que de forma consciente o inconsciente arruinemos la posibilidad de triunfo.
¿Cómo se enfrenta esta situación? La especialista recomienda que busquemos ayuda profesional para detectar qué suceso en nuestra historia de vida provocó tensión y sentimientos de incapacidad, y nos comparte un ejemplo:
“Cuando a un pequeño lo hicieron responsable del cuidado de sus hermanos, o lo obligaron a hacer actividades que implicaron un esfuerzo físico y mental para el cual no estaba apto por edad o condición, se generan este tipo de situaciones”, expone.
Agrega que “por eso es importante descubrir qué situación o serie de experiencias lo ocasionaron y así trabajar en no tener miedo de estar expuesto ante los demás y no cumplir expectativas”.
Además de buscar apoyo de un psicólogo, la especialista nos brinda algunas recomendaciones para combatirlo:
Reconocer de manera honesta las habilidades y limitaciones que tengamos.
Debemos de aceptar que algunas veces ganaremos y otras no.
Proponernos metas alcanzables y medibles.
Debemos evitar pensamientos negativos.
Hay que creernos merecedores de tener logros.
Es preciso reflexionar sobre los prejuicios que tenemos en distintos esferas como son la laboral, de pareja y familia, para que podamos descubrir las ideas equivocadas con las que nos regimos para la toma de decisiones y por medio de las cuales pensamos lo que es ‘posible’ e ‘imposible’ de lograr debido a nuestras circunstancias.
Una gran cantidad de logros públicos o privados nunca se hubieran realizado, si sus protagonistas no hubieran sido capaces de hacer un alto en el camino para informarse, corregir y reflexionar sobre su quehacer, el modo de hacerlo y su razón de ser.
El éxito es ante todo, consecuencia de una versión personal que debemos de definir antes de iniciar su construcción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario