SALUD: Bonitos y gorditos, pero ¿saludables?

POR FALTA DE TIEMPO O COMODIDAD, LOS PADRES TERMINAN DANDO A SUS HIJOS ALIMENTOS POCOS SALUDABLES, RICOS EN GRASAS Y CARBOHIDRATOS

MocaCity, Espaillat, República Dominicana (MC).- Para muchos padres tener un niño “gordito”, con pliegues y “barriguita” es sinónimo de que está saludable. Y es precisamente esta idea errónea la que pone a los pequeños en peligro de desarrollar enfermedades y factores de riesgo asociados al sobrepeso y la obesidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la obesidad y al sobrepeso como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.

Según estimaciones del organismo, en 2005 ambos padecimientos afectaban a cerca de 2,000 millones de personas en todo el mundo y a 20 millones de niños menores de cinco años de edad. En 1998, el estudio Factores de Riesgo Cardiovascular realizado en el país por la Sociedad Dominicana de Endocrinología y Nutrición (SDEN), el Instituto Dominicano de Cardiología y el Seguro Nacional de Salud (ARS SENASA) reveló que el sobrepeso y la obesidad afectaban al 45 por ciento de la población, y que estas patologías se atribuían al alto consumo de alimentos ricos en grasas y azúcares.

Causas. La inactividad física, el consumo excesivo de alimentos ricos en calorías y procesados, altos en sales y azúcares, y la ingesta de bebidas gaseosas y artificiales son algunos de los factores que contribuyen a que los niños, niñas y adolescentes presenten sobrepeso.

Según explica la nutrióloga Rosa Elba Barranco, el sedentarismo ha sustituido los juegos al aire libre, los deportes y las caminatas por el televisor, el computador y los videojuegos. Además, agrega la especialista, por falta de tiempo y muchas veces por comodidad los padres acaban dando a los niños alimentos que sólo contribuyen a la acumulación de grasas en el cuerpo.

“Muchos padres llevan a los niños a restaurantes donde la mayoría de la comida que se sirve es frita y cargada de grasa. Aparte de que es costoso, estamos creando esa obesidad y es responsabilidad de los padres, porque todo lo que el niño lleva a la boca es porque uno de los dos se lo da”, asegura la doctora.

Complicaciones. Los problemas cardiovasculares constituyen una de las complicaciones más frecuentes que podrían desarrollar los adolescentes obesos, de acuerdo con el presidente de la Sociedad Dominicana de Endocrinología y Nutrición. Según explica el endocrinólogo Félix Manuel Escaño, las células grasas tienen una función biológica y endocrina, porque elaboran sustancias conocidas como citoquinas que llegan directamente al corazón y lo alteran.

“Estamos viendo a adolescentes y jóvenes de 20 años que fallecen por infarto, y que ha aumentado la mortalidad en adultos entre 30 y 50 años, producto de esas situaciones internas que se desencadenan con las citoquinas”, afirma.

Existe además, el “síndrome metabólico”, un padecimiento que consiste en la unión de varias enfermedades o factores de riesgo en un mismo individuo, que se ven fuertemente influenciados por la obesidad y los malos hábitos alimenticios.

“En el síndrome metabólico, el que desempeña el mayor papel desencadenante de todas esas condiciones es el sobrepeso y la obesidad. Hoy en día vemos niños y adolescentes con presión arterial elevada, colesterol alto, triglicéridos altos, niños y adultos que cuando duermen no dejan dormir al otro porque roncan mucho, tienen dificultad respiratoria”, sostiene.

Pero no sólo en el cuerpo la obesidad y el sobrepeso están causando estragos. Al nivel psicológico, los niños obesos pueden alterar significativamente su calidad de vida, su estima, la forma en que piensan y sienten sobre su persona, y la manera de relacionarse con los demás.

“El niño gordito ‘alegre’ se expresa delante de los otros para ganar espacio social y se comportan como el bufón, el que hace los chistes, para sentirse aceptado entre sus amigos”, afirma Erma Rudert, psicóloga infantil del Grupo de Intervención Psicoterapéutica (GRIP).

Sostiene que en muchas ocasiones los niños y adolescentes obesos son víctimas de discriminación, son rechazados y tienen dificultades sociales por su condición física. Además, tienden a sufrir depresión, fatiga, estrés y baja autoestima, lo que los lleva a tener una pobre imagen de sí mismos.“El que es obeso se auto-rechaza porque no se acepta y no se siente seguro, y para poder sentir que encaja socialmente entre los otros comienzan a hacer conductas inadecuadas. Y ahí entra el niño en un círculo vicioso, o lo que llamamos la psicología de la persona gorda, que es donde la comida se convierte en un refugio ‘para levantar mi ánimo’”, agrega.

Dinámicas negativas. Existen dinámicas negativas que se dan en el seno del hogar, como los apodos, que llevan a los niños a refugiarse en la comida.

En ese sentido, la psicóloga Nancy Mones opina que al acercarse a la pubertad, los niños que reciben expresiones de cariño durante su infancia mezclada con la condición de peso, tales como “mi gorda” “mi gordito bello”, “mi masita linda” “mis buchitos preciosos” “pelotica mía”, pueden ser objeto de discriminación y burlas por parte de la sociedad.

Sostiene que para intervenir en el problema de la obesidad en los niños y adolescentes es importante que los padres tengan en cuenta que se debe trabajar en redes.

“Los pediatras deben guiar a los padres en la comprensión de la condición del niño y explicar los estándares de peso por edad; y deben hacer el referimiento necesario para que el endocrinólogo y el nutriólogo realicen las evaluaciones que permitirán cambiar y dar seguimiento a la dieta del niño”, sostiene Mones.

Para prevenir el sobrepeso en los niños, los especialistas recomiendan mantener el equilibrio nutricional y aumentar la actividad física en el hogar. 

Prevención

1 Alimentos hipercalóricos (no recomendables): Embutidos y fiambres (productos cárnicos procesados como la longaniza, salchicha, salami, pasteles de carne). Refrescos o gaseosas, productos salados, aderezos, alimentos fritos y golosinas (donas, papitas fritas, hot dog, pizza, pica pollo, empanadas, hamburguesas, helados y biscochos). 2 Alimentos hipocalóricos (recomendables): Cereales integrales, sus derivados y legumbres secas. Verduras y frutas (los dulces sanos están en las frutas). Leche descremada, yogurt y queso. Carnes frescas y huevos. Semillas y frutos secos. 3 Índice de Masa Corporal (IMC): La OMS establece que cuando el hombre tiene más de 102 cm de cintura (40 pulg.) y la mujer 88 cm (35 pulg.) podrían tener riesgo de desarrollar problemas cardiovasculares. En los niños el IMC se determina por tablas que especifican el peso que deben tener según la edad, ya que varía de acuerdo a su crecimiento y tamaño. Para determinar el IMC se divide el peso de la persona entre el tamaño o la altura, y si el resultado es de 25 o menos, el peso es saludable. Cuando el valor es de 25 a 30 es sobrepeso y cuando sobrepasa los 30 puntos es obesidad. 4 Medidas: Los padres deben velar que los niños tengan una buena alimentación e incentivar el equilibrio nutricional en el hogar y actividades físicas.

Posibles complicaciones

A nivel coronario: Hipertensión arterial, aumento del colesterol malo y de los triglicéridos. Accidentes cerebrovasculares y cáncer. A largo plazo, la obesidad podría asociarse con enfermedades cardiovasculares, mal de Alzheimer y osteoporosis. Funciones hepáticas, respiratoria y endocrina: Aumento del nivel de glucosa en la sangre, que provoca un problema en el hígado y diabetes tipo 2. Apnea de sueño y embolia pulmonar. Incontinencia urinaria. Al nivel cerebral y psicológico: Desarrollo de la pubertad acelerado y crecimiento de talla. Disminución de la autoestima y depresión. Daños en la piel: Estrías, várices, úlceras y dermatitis. Huesos y articulaciones: Acentuación de desviaciones en la columna, aumento de lesiones en las articulaciones, dolores óseos, pies planos y osteoartritis. Piernas inflamadas. Fertilidad y otros: Trastornos menstruales, infertilidad, dislipidemia y enfermedades de la vesícula biliar.

Yajaira Figari - MocaCity.com - Nítida!