NUEVA YORK, Estados Unidos.- Los empresarios José Cabral y José Alduey, ejecutivos del periódico La República que se publica de manera digital y se apresta a hacerlo de forma impresa, calificó como un acto vandálico y un atentado contra la libertad de prensa, la agresión de la que fue objeto uno de sus distribuidores el pasado sábado 5 de noviembre en un acto político convocado por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), encabezado por su candidato presidencial, Hipólito Mejía en Nueva York.
Cabral y Abduey advirtieron que ese no es el comportamiento correcto de ningún dirigente político que debe controlar los desafueros de cualquier militante violento y alertaron que La República denunciara los hechos ante la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), “de la cual somos miembros activos, y ante la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP), si en las próximas horas no se produce una declaración pública que repare el daño físico y moral causado por ese hecho desaprensivo y violento”.
Informan que el distribuidor y vendedor del periódico Francisco Díaz Luna, fue despojado violentamente de unos 200 ejemplares del diario, y fueron destruidos los carteles con la portada del diario fue una acción violenta de salvajismo totalmente injustificable.
Denuncian además que el productor de televisión César Romero, presidente de la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte), también fue agredido en el incidente y a quien mientras grababa la situación se le cayó la cámara, la cual está en reparación, pero aseguran “el video será divulgado tan pronto lo tengamos a mano”.
“Estamos más que sorprendidos y alarmados porque fuimos a cubrir la actividad de Hipólito Mejía, y allí llevamos nuestro equipo de periodistas, fotógrafos y distribuidores, los cuales fueron objeto de esta brutal agresión”, dijeron José Cabral y José Alduey, ejecutivos de la República, diario que lleva un año en su versión digital y ahora será publicado como diario impreso.
Dijeron que la agresión llevada a cabo por dirigentes del PRD, que portaban banderas blancas, ocurrió cerca de las 5:45 de la tarde, en la entrada del Armory, en la 168 y Fort Washington, cuando un grupo de 15 perredeistas cometió el atropello.
“No conformes con la agresión a nuestro representante, le arrebataron el paquete del periódicos de las manos y lo arrojaron al zafacón de la basura”.
“Jamás podíamos pensar que la caricatura de la portada del periódico, en la que aparece Hipólito Mejía dándole un biberón de leche a Miguel Vargas Maldonado, bajo el titulo “Hambre en el PRD”, podía causar semejante respuesta violenta y agresiva por parte de dirigentes del PRD, un partido con un largo historial de lucha y respeto a la libertad desde la Era de Trujillo”., manifestaron los editores.
Cabral y Alduey afirmaron que están en consulta con los abogados del periódico para ponderar el sometimiento del caso a la Fiscalía de Nueva York, por considerar que fue una acción brutal y salvaje, totalmente innecesaria y solamente propia de turbas y gangas de la peor calaña.
Indicaron que la situación no fue peor, porque la Policía llegó rápido al lugar y los agresores tuvieron que controlarse, “pero después de haber despojado al distribuidor de los periódicos, amenazándolo y rompiéndole los carteles con la portada promocional que mostraba la caricatura”.
“Es la forma como el periódico viene promocionándose en las calles de Nueva York, antes de su próxima publicación como diario impreso”, manifestaron tanto Cabral como Alduey, quienes hicieron un llamado a los directivos del PRD en Nueva York, como el presidente de la seccional, Fidel Casilla, quien estuvo presente en el momento de la trifulca, para que se desvinculen de esa acción que calificaron como violenta, irresponsable y vandálica contra representantes de la prensa en Nueva York.
“Lo que corresponde es una disculpa pública y la sanción disciplinaria de los responsables de ese acto indignante”, sentenciaron.
Casilla, lejos de repudiar el hecho vergonzoso de los militantes de su partido, preguntó a José Alduey que si era él como director ejecutivo, quien estaba detrás de la publicación.
“Yo le reclamé qué cual era nuestro pecado porque estábamos ejerciendo nuestro derecho a la información y que aquello fue un acto de violencia repudiable contra la prensa, invitada a cubrir la visita de Hipólito Mejía”, puntualizó el comunicador.
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