Las mujeres que beben unas pocas copas de vino o de cerveza por semana tendrían algo más de riesgo de desarrollar cáncer mamario, según revela un estudio sobre más de 100.000 enfermeras controladas durante tres décadas.
"Aun con el consumo de poca cantidad de bebidas alcohólicas, entre tres y seis copas por semana, hallamos un leve aumento del riesgo", dijo la doctora Wendy Chen, del Brigham and Women's Hospital, en Boston, y cuyos resultados publica Journal of the American Medical Association.
Y "no hubo una ventana especial en la que beber fuera seguro", añadió.
Pero antes de dejar de lado el alcohol, hay algunas limitaciones a considerar.
Primero, el riesgo fue apenas un 15 por ciento mayor que en las mujeres que no bebían alcohol. Por ejemplo, sólo el 3,3 por ciento de las que bebían entre tres y seis copas de vino por semana desarrollaría cáncer mamario en 10 años, comparado con el 2,8 por ciento de las abstemias y el 3,5 por ciento de las bebedoras de hasta 13 copas por semana.
Segundo, todavía no hay una prueba definitiva en contra del alcohol, aunque el equipo trató de descartar otras explicaciones, como el tabaquismo, la edad, la maternidad y la lactancia.
"Es un estudio observacional, de modo que no podemos decir nada definitivo sobre la causa y el efecto", dijo Chen, de la Escuela de Medicina de Harvard.
Aun así, la experta opina que la relación entre el alcohol y el riesgo de desarrollar cáncer mamario podría ser causal. El alcohol eleva los niveles de estrógeno, lo que influye en la aparición de varios tumores mamarios.
El equipo estima que si beber realmente promueve el cáncer de pecho, sería la causa del 10 por ciento de todos los casos de Estados Unidos.
Entonces, "la recomendación no sería dejar de beber, sino no superar las tres a seis copas por semana", indicó Chen, quien agregó que superar ese límite ocasionalmente, como ocurre en las vacaciones, no haría daño.
Pero esto no es todo. Algunos estudios sugieren que una copa de alcohol por día sería buena para el corazón. Un estudio sobre mujeres acaba de demostrar que beber prolonga la vida después de un infarto.
"Una copa por día es una buena meta, si se es disciplinado", había dicho hace una semana el doctor James O'Keefe, cardiólogo del Sistema de Salud de St. Luke, en Kansas, Missouri.
En un editorial publicado sobre los últimos resultados, el doctor Steven Narod, del Women's College Research Institute, en Toronto, indicó que los resultados no son quizás muy importantes para las mujeres con cáncer de pecho. E incluso para las mujeres sin la enfermedad, el panorama es incierto.
"No hay garantías de que dejar de beber alcohol vaya a reducir el riesgo de desarrollar cáncer mamario", escribió Narod.
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