El experto en oftalmología, Tomás Vargas, explicó que para lograr la imagen 3D se oferta al público el lente LCD polarizado que divide las imágenes de los ojos en dos imágenes diferentes, separando la binocularidad y provocando que este órgano haga un sobre esfuerzo.
“La técnica que se ha utilizado para poder conseguir una imagen tridimensional es la separación de la binocularidad de los ojos. ¿Qué pasa con esto?, que las personas que van a una sala de cine a ver una película en 3D, después de dos horas puede salir con dolores de cabeza, náusea, fatiga, cansancio en los ojos, enrojecimiento de los ojos y otros síntomas que han sido descritos por los mismos fabricantes en el manual”, precisó.
Lo paradójico del caso es que no se ha concientizado a la población sobre las consecuencias que puede producir el uso de esta tecnología, como señaló el experto en el marco de la celebración del 15 aniversario de la entidad.
“El uso prolongado de esta tecnología puede producir daño en el sistema óptico de los individuos, principalmente en los niños que son los más asiduos en el uso de esta tecnología”, agregó.
Explicó que las gafas que se usan en el cine son polarizadas pasivas, pero las que se usan en los hogares son polarizadas activas, lo que quiere decir que la última utiliza unas baterías que emiten radiaciones infrarrojo hacia el cristal LCD que tiene la gafa activa.
El especialista dijo que esta técnica dobla la imagen en dos imágenes diferentes, para que el cerebro humano pueda percibirla independientemente la de un ojo y la del otro, para lograr el efecto. Advirtió que en las personas que tienen tendencia a sufrir de epilepsia, puede desencadenarse una crisis de la enfermedad.
“La disociación de la binocularidad de los ojos va a producir que ese órgano no pueda fundir las imágenes, entonces se producen síntomas adicionales”, añadió.
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IMAGEN REAL VERSUS CALIDAD VISUAL
El oftalmólogo Tomas Vargas aclaró que no está seguro de que los efectos del uso prolongado de la tecnología 3D pueda afectar de manera total a la población, pero precisa que, de acuerdo a los estudios, los rayos infrarrojos alteran el tejido del ojo humano y de la piel, por lo que consideró que deben alzarse voces para exigir a los fabricanes que adviertan sobre sus efectos. “Son ondas son invisibles para el ser humano, pero están en la gafa del individuo colocada cerca del ojo y hasta el momento no podemos determinar cuál es el grado de daño por exposición en la conjuntiva, en la piel de los parpados, en el cristalino y la retina, pudiéndose producir degeneraciones como el cáncer en la piel y tumoraciones de la córneas”.
IMAGEN REAL VERSUS CALIDAD VISUAL
El oftalmólogo Tomas Vargas aclaró que no está seguro de que los efectos del uso prolongado de la tecnología 3D pueda afectar de manera total a la población, pero precisa que, de acuerdo a los estudios, los rayos infrarrojos alteran el tejido del ojo humano y de la piel, por lo que consideró que deben alzarse voces para exigir a los fabricanes que adviertan sobre sus efectos. “Son ondas son invisibles para el ser humano, pero están en la gafa del individuo colocada cerca del ojo y hasta el momento no podemos determinar cuál es el grado de daño por exposición en la conjuntiva, en la piel de los parpados, en el cristalino y la retina, pudiéndose producir degeneraciones como el cáncer en la piel y tumoraciones de la córneas”.
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