La medicina alternativa es un término que designa las diversas prácticas que no pertenecen al reino de la medicina convencional,1 y cuya efectividad no ha sido probada consistentemente.2
Cualquier práctica de medicina alternativa puede dejar de serlo si su eficacia quedara demostrada de forma científica, por lo que la distinción depende de los estudios disponibles hasta el momento.
Definiciones
- La búsqueda de una atención más humanista y personal. Se requiere que el profesional entienda la situación del enfermo en el contexto de una historia personal y particular. Hay una profunda necesidad de ser escuchado y comprendido. Y entender que el proceso de enfermar influye directamente la identidad del ser.
- El distante nivel en que se van colocando las propuestas diagnósticas y terapéuticas de la medicina oficial para un gran grupo poblacional. Distanciamiento desde la terminología utilizada por las súper especialidades médicas, que genera confusión y falta de confianza. Y en otras situaciones por actitudes autoritarias o paternalistas del cuerpo asistencial (médicos y paramédicos).
- La legislación que reglamenta la atención en salud del estado genera barreras geográficas, administrativas e impiden la atención oportuna y personalizada.
- Por las dificultades para acceder a los servicios del sistema de salud oficial, por altos costos o falta de cobertura.
- En muchos casos por médicos que se “curan en salud” al adherirse a ciertos esquemas o protocolos, dejando por fuera las posibilidades de elección de una buena parte de usuarios.
- Por las reacciones adversas o falta de resultados a ciertas enfermedades con tratamientos convencionales químicos o quirúrgicos.
- la “moda” de lo natural y lo ecológico, que motiva a algunos y además el factor de tener una capacidad económica importante.
La Medicina Alternativa ha llegado también como una necesidad ante el excesivo influjo de los cuerpos mercantilistas que hacen de la prestación de servicios médicos un negocio y aprovechan incluso y cada vez más de las mismas terapias alternativas, camuflándose de “novedosos tratamientos naturales”.
Buena parte de la comunidad científica define la medicina alternativa como cualquier tratamiento cuya eficacia y seguridad no han sido comprobadas mediante estudios científicos controlados y contrastados. Esta forma de definición no está basada en puntos de vista políticos o protección de competencias, sino que gira exclusivamente sobre cuestiones de eficacia y seguridad. Es por tanto posible para un método dado cambiar de categoría en ambos sentidos según se aumenta el conocimiento sobre su eficacia o ineficacia.[cita requerida]
Según algunos los límites de la medicina alternativa han cambiado a lo largo del tiempo a medida que algunas técnicas y terapias anteriormente consideradas como «alternativas» han sido aceptadas por la medicina convencional.[cita requerida] Lo opuesto es igualmente cierto, con métodos de los que se pensaba que eran eficaces descartados cuando se descubre que su única eficacia se debía al efecto placebo, o cuando se halla que sus efectos secundarios hacen que la relación seguridad-beneficio sea desfavorable. Sin embargo, desde la medicina científica esto no es más que el resultado del avance del conocimiento médico según el cual su progreso conlleva la inclusión o exclusión de ciertos tratamientos.
Esta tendencia al cambio constante en la medicina científica es considerada por algunos partidarios de la medicina alternativa como un signo de debilidad.[cita requerida] Los científicos, por otra parte, consideran esta capacidad de cambiar opiniones basándose en nuevos conocimientos como una de las mayores fortalezas de la medicina moderna. Consideran la perseverancia en usar métodos antiguos como señal de aviso de una posible falta de voluntad para aprender o cambiar según mejora el conocimiento:[cita requerida]
- «En las pseudociencias, un desafío a un dogma aceptado suele ser considerado un acto hostil, hasta una herejía, y conduce a amargas disputas e incluso cismas.»
- «La ciencia avanza acomodándose al cambio a medida que se obtiene nueva información. En ella, la persona que demuestra que una creencia generalmente aceptada es errónea o incompleta es considerado probablemente más un héroe que un hereje.»3
¿Un término engañoso?
Varios defensores y críticos de las terapias alternativas creen (por razones muy diferentes) que el término «medicina alternativa» es engañoso:
- Algunos defensores creen que las terapias occidentales son las «alternativas», pues fueron precedidas por las terapias tradicionales. Otros creen que el término fue inventando por los defensores de la medicina alopática(Alopatía es el término utilizado desde la homeopatía) como un intento de desacreditar las terapias naturales[1].
- Algunos críticos afirman que ocurre lo contrario:
- «"Medicina complementaria y alternativa" es un término comercial impreciso que resulta inherentemente engañoso. Los métodos "altenativos" se describen aproximadamente como las prácticas ajenas al sistema sanitario convencional. Carecen de evidencias sobre su seguridad y eficacia y no suelen estar cubierta por los seguros médicos. La "medicina complementaria" se describe aproximadamente como una síntesis de los métodos estándar y alternativos que usa lo mejor de ambos. En realidad, no hay "alternativas" a la evidencia objetiva de eficacia y seguridad.» — NCAHF
Un método cada vez más común con el que los críticos expresan su escepticismo sobre la terminología es usar el acrónimo sCAM, que significa so-Called Alternative Medicine, eninglés ‘presunta medicina alternativa’, y juega con el acrónimo CAM (de Complementary and Alternative Medicine, ‘medicina complementaria y alternativa’) y la palabra scam, ‘timo’. Este acrónimo ha sido deliberadamente diseñado por los escépticos para revelar lo que ellos ven como «el engaño y la inexactitud inherentes a la jerga popular que se usa para describir y promocionar métodos terapéuticos no probados o refutados.»[2] Estos críticos consideran que la expresión comúnmente usada «medicina alternativa basada en pruebas» es unoxímoron. Afirman que si un método ha sido probado adecuadamente, entonces no debe volver a ser considerado ni clasificado como «medicina alternativa». Su uso del acrónimo sCAMes un intento por combatir este mal uso, y por evitar los que ven como una condena de la medicina moderna.
Según un estudio realizado por científicos suizos y británicos sobre 110 ensayos clínicos publicado en la prestigiosa revista Lancet, no hay evidencias convincentes de que el tratamiento alternativo sea mejor. En cambio, los que abogan por la homeopatía aseguran que la terapia, que funciona con el principio del atacar la dolencia con dolencia, sí funciona. De acuerdo con el estudio, "cualquier terapia debe tener evidencias de que su efecto es mejor que el del placebo y la homeopatía no ofrece estas pruebas”. Al menos así lo consideran el profesor Matthias Egger, de la Universidad de Berna, sus compañeros de la Universidad de Zúrich y un equipo británico de la Universidad de Bristol.
Otro estudio elaborado en Australia y publicado en el Journal of Affective Disorders afirmó que ninguna de las terapias evaluadas resultó concluyentemente eficaz en comparación con el placebo para el tratamiento de los pacientes depresivos. Según este estudio, al analizar métodos muy famosos como la acupuntura no se encontraron diferencias entre la administración de antidepresivos y la utilización de las agujas en cuanto a la disminución de la gravedad de la depresión.
Los críticos de las terapias alternativas afirman que, al no haberse demostrado su eficacia, no son una alternativa legítima a la medicina convencional. Richard Dawkins, profesor dePublic Understanding of Science en la Universidad de Oxford, define la medicina alternativa como «ese conjunto de prácticas que no se pueden probar, rechazan ser probadas o fallan sistemáticamente en las pruebas» (Diamond 2003).
La mayoría de las dos vertientes creen que las terapias alternativas pueden ser aceptadas como medicina convencional si se demuestran científicamente que son eficaces.
«Los métodos basados en pruebas son eficaces, y los métodos eficaces debería estar basados en pruebas. Si un método parece ser eficaz, entonces debería ser posible comprobarlo. Si la investigación no ha sido realizada aún, debería hacerse. Debemos recordar que "la ausencia de prueba no es lo mismo que la ausencia de hechos: sólo demuestra la falta de investigación adecuada" — Robert Sydenham. "La falta de pruebas en la literatura no demuestra la falta de eficacia."»[3]
Muchas veces se considera en forma tímida y hasta de pronto con intenciones poco nobles, a la Medicina Alternativa, como solamente un complemento de la medicina occidental oficial. Pero es también y más que eso, una opción para la curación y una forma, más integral, de ver la vida, la salud y los momentos de enfermar. El sentido esencial de la Medicina Alternativa es ser una opción en el arte de la curación y la prevención de la enfermedad, así como del mantenimiento de la salud. Trascendiendo el antiguo esquema cartesiano, que ha considerado al cuerpo como una maquina, la enfermedad como consecuencia de la avería de la máquina y de la tarea del médico como reparador de esa máquina.
Diferencias entre medicina complementaria, alternativa, tradicional e integrativa
- La medicina complementaria se utiliza conjuntamente con la medicina convencional. Un ejemplo de terapia complementaria es el uso de aromaterapia para ayudar a mitigar la falta de comodidad del paciente después de la cirugía.
- La medicina alternativa se utiliza en lugar de la medicina convencional. Un ejemplo de una terapia alternativa es el empleo de una dieta especial para el tratamiento del cáncer en lugar de la cirugía, la radiación o la quimioterapia recomendados por un médico convencional.
- La medicina tradicional abarca una serie de terapias y prácticas que difieren mucho de un país a otro y de una región a otra WHA56.31 (2003). Según la NCCAM, es la medicina según la práctica aquellas personas que tienen títulos de M.D. (doctor en medicina) o D.O. (doctor en osteopatía), así como los otros profesionales de la salud, como elfisioterapeuta, los psicólogos, terapeutas ocupacionales, paramédicos, podólogos, logopedas y enfermeros titulados. Otro término para la medicina convencional, fundamentalmente la farmacológica o la estrictamente médica, es medicina alopática o alópata; también, medicina occidental, formal, ortodoxa y ordinaria y biomedicina.
- La medicina integrativa, según la definición de NCCAM, combina terapias médicas formales y terapias de la medicina complementaria y alternativa para las cuales existen datos científicos de alta calidad sobre su seguridad y eficacia.
Regulación
Las distintas jurisdicciones difieren acerca de qué ramas de la medicina alternativa son legales, cuáles están reguladas y cuáles (si las hay) son prestadas por el servicio sanitariogubernamental o financiadas por el estado.
Cierto número de partidarios de la medicina alternativa no están de acuerdo con las restricciones de las agencias gubernamentales que regulan los tratamientos médicos (como la Food and Drug Administration estadounidense) y la adherencia de éstas a los métodos de evaluación experimentales. Afirman que esto impide a los que buscan dar tratamientos y propuestas útiles y eficaces al público, y denuncian que sus contribuciones y descubrimientos son injustamente desestimados, pasados por alto o suprimidos. Los proveedores de medicina alternativa suelen argüir que el fraude en los tratamientos debe abordarse adecuadamente cuando se produzca.
Uso contemporáneo de la medicina alternativa
Edzard Ernst escribió en el Medical Journal of Australia que «cerca de la mitad de la población de los países desarrollados usa medicina complementaria y alternativa» (Ernst 2003), si bien cabe poner en duda lo que los encuestados entendían por 'medicina complementaria y alternativa'. Una encuesta (Barnes et al 2004) publicada en mayo de 2004 por el NCCAMestadounidense concluía que en 2002 el 36% de los estadounidenses había usado algún tipo de «terapia alternativa» en los 12 meses anteriores, donde se incluía como tal hasta la práctica del yoga, la meditación, tratamientos herbales e incluso la dieta Atkins. Si la oración era considerada como terapia alternativa, entonces la cifra subía hasta el 62,1%. Otro estudio de Astin et al (1998) sugiere una cifra parecida del 40%. Una encuesta telefónica británica hecha por la BBC entre 1.209 adultos en 1998 mostraba que cerca del 20% de los adultos británicos había usado la medicina alternativa en los 12 meses anteriores (Ernst & White 1999), de nuevo con dudas sobre qué entendían los encuestados por 'medicina alternativa'.
El uso de la medicina alternativa parece ir en aumento. Eisenburg et al llevaron a cabo un estudio en 1998 que mostró que el uso de la medicina alternativa había subido desde el 33,8% en 1990 hasta el 42,1% en 1997. En el Reino Unido, un informe de 2000 ordenado por la Cámara de los Lores sugería que «los datos de los que se dispone parecen apoyar la idea de que el uso de la medicina complementaria y alternativa en el Reino Unido es alto y está en aumento»[4], parte de lo cual es explicado por el crecimiento de la población inmigrante extra-europea que mantiene la utilización de dichas técnicas.
Educación médica
Cada vez más instituciones educativas han empezado a ofrecer cursos de medicina alternativa. Por ejemplo, la Facultad de Medicina de la Universidad de Arizona ofrece un programa demedicina integrativa bajo la dirección del Dr. Andrew Weil que adiestra a médicos en varias ramas de la medicina alternativa que «ni rechaza la medicina convencional, ni adopta prácticas alternativas sin sentido crítico.»[5] En tres investigaciones separadas, en las que se encuestaron las 125 escuelas que ofrecían un título en medicina, las 19 que ofrecían uno en osteopatía y las 585 escuelas de enfermería de los Estados Unidos, se halló que el 60% de las escuelas que ofrecían un título en medicina, el 95% de las que ofrecían uno de osteópata y el 84,8% de las de enfermería enseñaban también medicina alternativa (Wetzel et al 1998, Saxon et al 2004, Fenton & Morris 2003).
En el Reino Unido ninguna escuela médica ofrece cursos que enseñen la práctica clínica de la medicina alternativa. Sin embargo, ésta se enseña en varias escuelas como parte del plan de estudios. Esta enseñanza está mayoritariamente basada en la teoría y la comprensión de la medicina alternativa, haciendo énfasis en la capacidad de comunicarse con especialistas en medicina alternativa. Para conseguir aptitud en la práctica clínica de la medicina alternativa, deben obtenerse títulos de sociedades médicas particulares, donde el estudiante debe haberse graduado y ser un médico cualificado. La Sociedad Médica Británica de Acupuntura, que ofrece certificados médicos en acupuntura a doctores, es un ejemplo.
En España ninguna universidad imparte formación reglada en medicinas alternativas. La formación en estos temas está desarrollada en centros de formación sin acreditación oficial o, a lo sumo, con reconocimientos de países extranjeros con legislación no homologada a la española.
Apoyos a la medicina alternativa
Los partidarios de la medicina alternativa sostienen que las terapias alternativas suelen proporcionar al público servicios no disponibles en la medicina convencional. Este argumento cubre diversas áreas, como la participación activa del paciente, métodos alternativos para el manejo del dolor, métodos terapéuticos que apoyan el modelo biopsicosocial de la salud, remedios para preocupaciones sanitarias específicas, servicios de reducción de estrés, otros servicios sanitarios preventivos que no son típicamente parte de la medicina convencional, y por supuesto cuidados paliativos de la medicina complementaria, que son practicados por centros oncológicos tan mundialmente renombrados como el Memorial Sloan-Kettering (véase Vickers 2004).
Eficacia
Los partidarios de la medicina alternativa sostienen que los diversos métodos alternativos son eficaces en el tratamiento de un amplio rango de dolencias leves y graves, y sostienen que trabajos de investigación recientemente publicados (como Michalsen 2003, Gonsalkorale 2003 y Berga 2003) demuestran la eficacia de tratamientos alternativos específicos. Afirman que una búsqueda en PubMed halló cerca de 370.000 artículos de investigación clasificados como medicina alternativa publicados en revistas reconocidas por Medline desde 1966 en la base de datos de la National Library of Medicine (tales como Kleijnen 1991, Linde 1997, Michalsen 2003, Gonsalkorale 2003 y 2003).
Los partidarios de la medicina alternativa sostienen que ésta puede proporcionar beneficios a la salud mediante la participación activa del paciente, ofreciendo más opciones al público, incluidos tratamientos que simplemente no están disponibles en la medicina convencional.
«La mayoría de los estadounidenses que consultan a terapeutas alternativos recibirían con entusiasmo la posibilidad de consultar a un médico bien entrenado en la medicina tradicional que tenga también una mentalidad abierta y buen conocimiento de los mecanismos de curación innatos del cuerpo, de la influencia de los hábitos de vida sobre la salud y de los usos apropiados de los complementos dietéticos, hierbas y otras formas de tratamiento, desde la manipulación osteopática hasta la medicina china y ayurvédica. En otras palabras, quieren ayuda competente para moverse por el confuso laberinto de opciones terapéuticas disponibles en la actualidad, especialmente en aquellos casos en los que los enfoques convencionales son relativamente ineficaces o perjudiciales.» (Snyderman, Weil 2002)
Algunos médicos está dispuestos a adoptar diversos aspectos de la medicina alternativa.
Aunque los partidarios de la medicina alternativa reconocen que el efecto placebo puede jugar un papel en el beneficio que proporcionan las terapias alternativas, hay que destacar que el efecto placebo también influye en la medicina convencional. Por tanto señalan que esto no disminuye su validez. Los escépticos están desconcertados por este punto de vista y afirman que es un reconocimiento de la ineficacia de los tratamientos alternativos. Un antibiotico o una vacuna es eficaz sin necesidad de efecto placebo y se puede administrar sin que el paciente lo sepa y sin que sea administrada por una "compasivo sanador". La llamada medicina alternativa no tiene nada semejante que ofrecer.
Menor riesgo cuando se usa como complemento de la medicina convencional
Una importante objeción a la medicina alternativa es que se practica en lugar de los tratamientos médicos convencionales. Siempre que los tratamientos alternativos se usen junto con los tratamientos médicos convencionales, la mayoría de los médicos hallan la mayor parte de la medicina complementaria aceptable (Vickers 2004). En consonancia con estudios previos, el Centro para el Control de Enfermedades (CDC) estadounidense informó recientemente que la mayoría (54,9%) de los estadounidenses usaban la medicina alternativa en conjunción con la convencional (CDC Advance Data Report nº 343, 2004).
Los pacientes deben sin embargo informar siempre a sus médicos de que están usando medicina alternativa. Algunos paciente no lo hacen temiendo que esto dañe la relación con su médico. No obstante algunos tratamientos alternativos pueden interferir con los tratamientos tradicionales. Un ejemplo es la combinación de quimioterapia y la toma de altas dosis de vitamina C, que puede dañar gravemente los riñones.
El problema de la interferencia entre la medicina alternativa y la convencional se minimiza cuando sólo se recurre a la primera tras agotar todas las posibilidades de la segunda. Muchos pacientes creen que la medicina alternativa puede ayudar a sobrellevar enfermedades crónicas para las que la medicina convencional no ofrece cura sino sólo cuidados paliativos. Se está haciendo más común que el propio médico sugiera a sus pacientes alternativas cuando no puede ofrecer un tratamiento.
Críticas a la medicina alternativa
Debido al amplio rango de terapias que se consideran dentro de la «medicina alternativa», pocas críticas se aplican a toda ella.
Las críticas dirigidas a terapias específicas de la medicina alternativa van desde las bastante leves (el tratamiento convencional se cree más efectivo en un área particular) hasta la incompatibilidad con las leyes conocidas de la física (por ejemplo, en la homeopatía).
Los partidarios de las diferentes formas de medicina alternativa rechazan las críticas por estar supuestamente basadas en prejuicios, intereses económicos o ignorancia. Los opositores a muchas formas de medicina alternativa rechazan buena parte de las «pruebas» a favor por no cumplir condiciones requeridas por la medicina tradicional, como los experimentos de doble ciego, por ejemplo.
Eficacia
Falta de ensayos adecuados
A pesar del gran número de estudios sobre terapias alternativas, los críticos sostienen que no hay estadísticas sobre exactamente cuántos de estos estudios fueron experimentos controlados, de doble ciego y arbitrados o cuántos produjeron resultados a favor de la medicina alternativa o de partes de la misma. Sostienen que muchas formas de medicina alternativa son rechazadas por la medicina convencional porque la eficacia de los tratamientos no ha sido demostrada mediante ensayos aleatorios controlados de doble ciego. Algunos escépticos de las prácticas alternativas señalan que una persona puede atribuir alivio sintomático a una terapia por lo demás ineficaz debido a la recuperación natural de la enfermedad o a la naturaleza clínica de ésta, al efecto placebo o a la posibilidad de que en realidad nunca tuviera originalmente la enfermedad[6].
Problemas con ensayos y estudios conocidos
Los críticos sostienen que la predisposición del observador y su pobre diseño (no es habitual el uso del doble ciego en estos ensayos) invalidan los resultados de muchos estudios llevados a cabo por promotores de la medicina alternativa.
Aunque una revisión de la eficacia de ciertas técnicas médicas alternativas para el tratamiento del cáncer (Vickers 2004) halló que está demostrado que la mayoría de estos tratamientos no funcionan, señaló que varios estudios encontraron pruebas de que el tratamiento psicosocial de los pacientes por parte de psicólogos está relacionado con una mayor posibilidad de supervivencia (aunque comenta que estos resultados no se han reproducido consistentemente). La misma revisión, a pesar de advertir específicamente que «las terapias complementarias para los síntomas relacionados con el cáncer no forman parte de esta revisión», citaba estudios que indicaban que varias terapias complementarias pueden proporcionar beneficios como, por ejemplo, reducir el dolor y mejorar el estado de ánimo de los pacientes.
Algunos arguyen que se realiza menos investigación sobre la medicina alternativa porque muchas de sus técnicas no pueden ser patentadas, y por tanto hay poco incentivo económico para estudiarlas.
La investigación farmacéutica, por el contrario, puede ser muy lucrativa, lo que da como resultado la financiación de ensayos por parte de compañías farmacéuticas. Mucha gente, incluyendo profesionales de la medicina convencional y alternativa, sostienen que esta financiación ha llevado a la corrupción del proceso científico para aprobar el uso de fármacos, y que trabajos escritos por terceros han aparecido en importantes revistas médicas arbitradas (Flanagin et al 1998, Larkin 1999). Incrementar la financiación de la investigación de técnicas médicas alternativas era el propósito del National Center for Complementary and Alternative Medicine. El NCCAM y su predecesor, la Office of Alternative Medicine, han gastado más de 200 millones de dólares en estos estudios desde 1991. La Comisión E, división independiente de la Agencia Federal Alemana de Salud, ha estudiado muchos remedios herbales para determinar su eficacia[7].
Seguridad
Los críticos sostienen que «las terapias dudosas pueden provocar la muerte, heridas graves, sufrimiento innecesario y desfiguraciones»[8] y que algunas personas han sido heridas o han muerto directamente por causa de diversas prácticas o indirectamente por diagnósticos erróneos o por la subsiguiente elusión de la medicina convencional que ellos creen verdaderamente eficaz[9].
Los críticos de la medicina alternativa están de acuerdo con sus partidarios en que la gente debe ser libre de elegir qué método de asistencia sanitaria desean, pero estipulan que debe ser informada sobre la seguridad y eficacia del método que elijan. La gente que elige la medicina alternativa puede pensar que están escogiendo una medicina segura y eficaz cuando puede que sólo obtengan remedios de curandero.
Retraso en la búsqueda de tratamiento médico convencional
Los críticos afirma que aquellos que han tenido éxito con una terapia alternativa para una enfermedad leve pueden ser convencidos de su eficacia y persuadidos para extrapolar dicho éxito a alguna otra terapia alternativa para una enfermedad más seria y potencialmente fatal. Por esta razón, sostienen que las terapias que confían en el efecto placebo para definir su éxito son muy peligrosas.
Mayor peligro cuando se usa como complemento de la medicina convencional
Un estudio multicentro noruego examinó la relación entre el uso de la medicina alternativa y la supervivencia al cáncer. Se siguió durante 8 años a 515 pacientes que recibían tratamiendo médico estándar contra el cáncer, de los cuales el 22% usaban medicina alternativa concurrentemente.
El estudio reveló que la tasa de mortalidad era un 30% más alta en los usuarios de medicina alternativa: «El uso de medicina alternativa parece predecir una supervivencia menor al cáncer.»[10] hay que considerar que el fin de la terapia alternativa no es alargar la sobrevida y sí mejorar la calidad de vida. Y se sabe que muchos enfermos terminales ven alargado su sobrevivencia a expensas una pobre e indigna calidad de vida.
Problemas de regulación
Los críticos afirman que algunas ramas de la medicina alternativa no están a menudo adecuadamente reguladas en algunos países en cuanto a identificar quiénes las ejercen o saber qué formación o experiencia deben poseer. Los críticos arguyen que la regulación gubernamental de una terapia alternativa concreta no exige que dicha terapia sea eficaz.
Véase también
- Medicina natural
- Medicina complementaria y alternativa
- Curandero
- Pseudociencia
- Acupuntura / Electroacupuntura / Digitopuntura / Auriculoterapia
- Fitoterapia
- Reflexoterapia
- Magnetoterapia / Electromagnetoterapia
- Aromaterapia
- Osteopatía
- Hidroterapia / Spa
- Helioterapia
- Shiatsu
- Reiki
- Iridología
- Temperamento
- Ayurveda
- Cromoterapia
- Musicoterapia
- Flores de Bach
- Orinoterapia
- Anatheóresis
- Usos medicinales de las raíces
- Astin JA. «Why patients use alternative medicine: results of a national study», JAMA 1998; 279(19): 1548-1553
- Barnes P, Powell-Griner E, McFann K, Nahin R. «Complementary and Alternative Medicine Use Among Adults: United States, 2002», Advanced data from vital health and statistics 2004; Hyattsville, Maryland:NCHS
- Benedetti F, Maggi G, Lopiano L. «Open Versus Hidden Medical Treatments: The Patient's Knowledge About a Therapy Affects the Therapy Outcome», Prevention & Treatment, 2003; 6(1)
- Berga SL, Marcus MD, Loucks TL. «Recovery of ovarian activity in women with functional hypothalamic amenorrhea who were treated with cognitive behavior therapy», Fertility and Sterility 2003; 80(4): 976-981 (resumen en línea)
- Downing AM, Hunter DG. «Validating clinical reasoning: a question of perspective, but whose perspective?», Man Ther, 2003; 8(2): 117-9. PMID 12890440
- Eisenberg DM. «Advising patients who seek alternative medical therapies», Ann Intern Med 1997; 127:61-69. PMID 9214254
- Eisenberg, DM, Davis RB, Ettner SL. «Trends in alternative medicine use in the United States 1990-1997», JAMA, 1998; 280:1569-1575. PMID 9820257
- Ernst E. «Obstacles to research in complementary and alternative medicine», Medical Journal of Australia, 2003; 179(6): 279-80. PMID 12964907
- Fenton MV, Morris DL. «The integration of holistic nursing practices and complementary and alternative modalities into curricula of schools of nursing», Altern Ther Health Med, 2003; 9(4):62-7. PMID 12868254
- Flanagin A, Carey LA, Fontanarosa PB. «Prevalence of articles with honorary authors and ghost authors in peer-reviewed medical journals», JAMA, 1998; 280(3):222-4.
- Gonsalkorale WM, Miller V, Afzal A, Whorwell PJ. «Long term benefits of hypnotherapy for irritable bowel syndrome», Gut, 2003; 52(11):1623-9. PMID 14570733
- Gunn IP. «A critique of Michael L. Millenson's book, Demanding medical excellence: doctors and accountability in the information age, and its relevance to CRNAs and nursing»,AANA J, 1998 66(6):575-82. Crítica. PMID 10488264
- Kleijnen J, Knipschild P, ter Riet G. «Clinical trials of homoeopathy», BMJ, 1991; 302:316-23. Fe de erratas en: BMJ, 1991;302:818. PMID 1825800
- Larkin M. «Whose article is it anyway?», Lancet, 1999; 354:136
- Linde K, Clausius N, Ramirez G. «Are the clinical effects of homeopathy placebo effects? A meta-analysis of placebo-controlled trials?», Lancet, 1997; 350: 834-43. Fe de erratas en: Lancet 1998 Ene 17;351(9097):220. PMID 9310601
- Michalsen A, Ludtke R, Buhring M. «Thermal hydrotherapy improves quality of life and hemodynamic function in patients with chronic heart failure», Am Heart J, 2003; 146(4):E11.PMID 14564334
- Saxon DW, Tunnicliff G, Brokaw JJ, Raess BU. «Status of complementary and alternative medicine in the osteopathic medical school curriculum», J Am Osteopath Assoc 2004; 104(3):121-6. PMID 15083987
- Snyderman R, Weil AT. «Integrative medicine: bringing medicine back to its roots», Arch Intern Med 2002; 162:395-397
- Tonelli MR. «The limits of evidence-based medicine», Respir Care, 2001; 46(12): 1435-40; discusión 1440-1. PMID 11728302 Crítica. PMID 11863470
- Vickers A. «Alternative Cancer Cures: "Unproven" or "Disproven"?», CA Cancer J Clin 2004; 54: 110-118.
- Wetzel MS, Eisenberg DM, Kaptchuk TJ. «Courses involving complementary and alternative medicine at US medical schools», JAMA 1998; 280(9):784 -787. PMID 9729989
- Zalewski Z. «Importance of Philosophy of Science to the History of Medical Thinking», CMJ 1999; 40: 8-13
- Escuela de Medicina Alternativa «Sitio de la Escuela» ; Escuela Internacional de Medicina y Cultura Oriental «Sitio Escuela Internacional»
- Herramientas de la medicina alternativa: ¿Qué es el Biofeedback? <
> - Diccionario On Line De Las Plantas Medicinales - Plantasnet.com «Gran enciclopedia»
- Guía de las nuevas terapias, de Luis Antonio Lázaro. Editorial Barath. Madrid, 1983.
Notas
- ↑ Bratman, MD, Steven (1997). The Alternative Medicine Sourcebook. Lowell House. p. 7. ISBN 1565656261.
- ↑ Davis, Adam Brooke. "A Few Words About Folk Medicine/"
- ↑ http://www.chem1.com/acad/sci/pseudosci.html
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