Su consumo atrofia el hipocampo, lo que deriva en impedimentos cognitivos progresivos, como el Alzheimer...El consumo prolongado de éxtasis causa daño cerebral estructural, según una investigación preliminar del Centro Académico Médico de Amsterdam que publica en su último número la revista "Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry".
Otros estudios previos indican que las personas que consumen éxtasis desarrollan problemas significativos de pérdida de memoria, pero lo que este estudio quería encontrar eran pruebas clínicas de cambios estructurales en el cerebro para confirmar esta tesis.
Los autores del estudio, dirigido por la doctora Liesbeth Reneman, prestaron especial atención al hipocampo, el área del cerebro responsable de la memoria a largo plazo.
Midieron el volumen del hipocampo de 10 jóvenes veinteañeros que habían consumido éxtasis durante un largo periodo de tiempo utilizando escáneres de resonancia magnética, y lo compararon con el de siete coetáneos sanos sin historial de consumo de esta droga.
Aunque el grupo de consumidores también declaraba un mayor consumo de anfetaminas y de cocaína, se constató que los niveles de consumo de drogas blandas y de alcohol era similar.
El estudio se inició después de que el primer grupo -con un consumo medio de 281 pastillas de éxtasis en un periodo de seis años y medio- se abstuviera durante dos meses para que el resultado de los escáner no estuviera condicionado por el consumo reciente.
La constatación fue que el volumen del hipocampo entre los consumidores es un 10,5 % menor que entre los no consumidores y que la proporción global de materia gris es un 4,6 % menor.
Esto indica, según afirman los autores en su estudio, que los efectos del éxtasis no se limitan únicamente al hipocampo.
"Considerados de manera global, estos datos nos dan una prueba preliminar que sugiere que los consumidores de éxtasis pueden ser propensos a sufrir daños en el hipocampo a consecuencia del uso crónico de esta droga", se afirma en la investigación.
Reneman y sus colegas añadieron que las conclusiones son similares a las de otros investigadores que han constatado una inflamación y una consecuente atrofia del tejido del hipocampo en los individuos con un prolongado consumo de éxtasis.
Además, recordaron de que "la atrofia del hipocampo es el sello de marca de dolencias relacionadas con los impedimentos cognitivos progresivos en pacientes mayores, como en el caso del Alzheimer".
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