El pasado 19 de marzo, día de San José, la naturaleza ofreció un maravilloso regalo: brilló en el cielo una espectacular «súper Luna»: nuestro satélite era alrededor de un 14% más grande y 30% más brillante que otras noches.
Este curioso fenómeno, que no se podrá disfrutar hasta dentro de 19 años, se produce cuando la Luna se encuentra a su mínima distancia de nuestro planeta, lo que se conoce como perigeo. De hecho, el satélite natural se situó a solo 356.577 kilómetros de nuestro planeta. Los agoreros pronosticaban tormentas enormes, erupciones volcáncias devastadoras y terremotos a gran escala en todo el planeta. Como es lógico no causó daño alguno, aunque sí provocó unas fuertes mareas.
Esta imagen, cuyos colores parecen fantásticos pero son reales, según aseguran sus autores, fue obtenida con el Telescopio IAC80 del Instituto de Astrofísica de Canarias, en el Observatorio del Teide, en la isla de Tenerife. En realidad, la imagen es un laborioso mosaico de 26 fotos que fueron necesarias para completar el campo y cubrir así el círculo completo de la Luna llena.
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