El presidente Leonel Fernández ha comenzado los cambios y la rotación de funcionarios en el tren gubernamental, tal como estaban esperando muchos sectores de la vida nacional. Se ha iniciado en el ámbito civil, como en el militar y policial.
Por el momento, eso puede satisfacer a quienes están demando cambios de los funcionarios públicos, e incluso, también puede conllevar a una mejoría en la dinámica de la gestión del Gobierno en la coyuntura. Sin embargo, las cosas parecen estar requiriendo algo más que cambiar o rotar funcionarios, pues es necesario mejorar el sentido gerencial para conseguir resultados más positivos desde las iniciativas oficiales.
Es esencia, lo que se requiere, en primer lugar, es cohesionar las acciones públicas y acabar con la dispersión de esfuerzos y recursos entre los funcionarios del mismo Gobierno. Acabar con los pequeños bolsones de poder, actuando incoherentemente como sin propósitos comunes.
Hasta ahora esos cambios y rotaciones han iniciado en los Ministerios de Educación, Hacienda y en Interior y Policía. También tocaron al Ministerio de Industria y Comercio, así como a otras dependencias públicas, pues algunos de los designados provienen de otras instituciones del Estado.
En el ámbito militar y policial se cambió la cabeza de la Marina de Guerra, mientras que en el Ejército Nacional y en la Policía Nacional se han realizado cambios en las comandancias y en la supervisión general.
Estos cambios, como las rotaciones de funcionarios, deben tener un significado positivo para la población y para la percepción pública sobre el desempeño del Gobierno. Es por eso que aquí no se trata de cambiar sólo por cambiar para satisfacer por el momento las expectativas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario