El poco desarrollo intelectual, sumado a la gran cantidad de dinero que obtienen al ser captado por un equipo de grandes ligas, y el endiosamiento que reciben en sus comunidades contribuye a que algunos jóvenes peloteros se vean envueltos en hechos delictivos y de violencia.
El psiquiatra César Mella dijo que todos estos elementos convierten a esos muchachos en un espectáculo empujándolos cuando están de vacaciones a abusar del alcohol y el prestigio y se dedican a realizar tiros “como locos”.
Cito el caso del pelotero de Grandes Ligas Alfredo Simón Cabrera, acusado de matar al joven Michael Castillo Almonte, de 25 años, de un balazo en el pecho, quien aseguró con su acción acaba de marchitar su carrera profesional.
“Hay un joven muerto de 25 años, y otro herido, y no parece haber indicios de que fuera un disparo accidental, no parece, pero bueno, ojala que sea así”, dijo.
Al ser entrevistado en el programa Hoy Mismo, el profesional de la conducta se refirió también al caso de la señora Georgina Noesí López, acusada de pagar cien mil pesos para asesinar a su esposo Juan María de Jesús Santiago, hecho que calificó de impactante.
César Mella indicó que el caso es preocupante debido a que el país estaba acostumbrado al feminicidio, “pero la complicidad de una mujer matando a un hombre en esta sociedad todavía es doblemente impactante, porque estamos acostumbrado a lo contrario”.
Resaltó que el hecho deja claro además, que el sicariato es una entidad que tiene quien la pague y quien la ejecute y que sus ejecutantes no temen ser detenidos ni descubiertos al cometer los crímenes a plena luz del día.
Sin embargo, Mella entiende que este tipo de situación no es generalizada en la sociedad dominicana, aunque si alarmante.
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