Estamos casi terminando este año 2010, para así darle paso al 2011. Será un año importante, pues el país está cerrando con las condiciones para conseguir el año que viene muy buenos resultados en muchos aspectos.
Las condiciones son propicias para obtener resultados muy halagadores en la economía. Hemos podido estructurar el mayor presupuesto de la historia del país, que ronda los 390 mil millones de pesos, y que pese a que se ha consignado un déficit de unos 47 mil millones, las autoridades están confiadas en que habrá un excedente de ingresos fiscales para el año que viene. Eso indica que se podría estar superando ese faltante en los ingresos, o reduciéndolo considerablemente.
En el orden institucional se tiene en agenda convocar al Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) para renovar a los jueces de la Suprema Corte de Justicia. También para designar a los miembros del Tribunal Superior Electoral y a los jueces del Tribunal Constitucional. Todo eso permitirá tener todas las instituciones del Estado funcionando a plena capacidad para los distintos asuntos de los que cada una de ellas se debe de empeñar.
Será, además, un año preelectoral. Eso quiere decir que los partidos políticos deberán hacer sus convenciones internas para escoger a los candidatos presidenciales que competirán en los comicios del año 2012. Debemos confiar en que esos procesos podrán llevarse a cabo de forma civilizada y de manera democrática.
Preocupa, quizás, el tema del Tribunal Constitucional, pues el Senado ha aprobado una ley de regulación que niega un mandato de la nueva Constitución. Se quiere poner límite a sus atribuciones cuando se trata de las sentencias de la Suprema Corte de Justicia, y así no tiene sentido.
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