Por lo que dijo, quiso o dejó de decir ayer durante el almuerzo ofrecido en el Palacio Nacional a periodistas y ejecutivos de medios, el presidente Leonel Fernández ha enrarecido aún más su confusa posición en torno a una posible repostulación presidencial.
La interpretación del mensaje presidencial respecto a tan trascendente tema político fue tan brumoso que los comensales quedaron divididos en torno al criterio de si el mandatario optaría o no por la reelección.
Aun así, de lo dicho por el Presidente, algunas cosas quedaron despejadas, como su promesa de que no intentaría en su provecho modificar la Constitución de la República, votada hace menos de un año.
El jefe de Estado también admitió que un segundo intento de reelección sería traumático, pero en ningún momento descartó la posibilidad de procurar presentarse a un nuevo período.
La verdad es que sin modificar la Carta Magna, el camino de la reelección presidencial parece cerrado definitivamente, pero el Presidente refirió la figura del Referendo, inserta en el Texto Sustantivo, como una posible brecha.
Resulta que de acuerdo al numeral 1 del artículo 210 de la Constitución, los referendos “no podrán tratar sobre aprobación ni revocación de mandato de ninguna autoridad electa o designada, por lo que se requeriría de una modificación constitucional para poder convocar una consulta popular con el tema de la reelección presidencial.”
El Presidente, aun así, acotó que el pueblo es soberano para decidir sobre ese tema, aunque admitió que no ha estudiado esa ni ninguna otra fórmula legal posible, porque dedica todo su tiempo a la misión de gobernar.
El proyecto de reelección se justificaría -dijo- en un escenario de crisis en el que la sociedad reclame la permanencia del jefe de Estado.
Lo dicho por el Presidente en torno a su posible repostulación se resume en algo así como “ni sí ni no, sino todo lo contrario.”
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