Haití deberá celebrar una segunda vuelta para elegir presidente de la que posiblemente quedará excluido el candidato oficialista, según estimaciones del Consejo Nacional de Observación electoral (CNO) divulgadas este lunes.
Las proyecciones sobre los resultados de los comicios del 28 de enero coincidieron con un nuevo balance sobre la epidemia de cólera, que cifra en 2.000 los muertos desde octubre.
El CNO difundió un conteo basado en datos de 1.600 de los 11.000 locales de votación, según el cual Mirlande Manigat recibió 30% de los votos, seguida de Michel Martelly, 25%. El candidato oficialista Jude Celestin se habría quedado con 20% de los sufragios en la primera vuelta.
Si las estimaciones de este grupo de observadores haitianos financiado por la Unión Europea se confirman, Manigat y Martelly se enfrentarán en el segundo turno del 16 de enero.
Los primeros resultados oficiales deberían ser difundidos por el Consejo Electoral Provisorio (CEP) antes del miércoles.
La semana pasada la ex primera dama Mirlande Manigat, de 70 años, y Michel Martelly, un músico de 49 años conocido popularmente por su nombre artístico "Sweet Micky", se declararon confiados en que habían pasado a la segunda vuelta o balotage.
Al mismo tiempo, el partido en el poder reconoció que podría haber perdido las elecciones. Eso no impidió a miles de personas manifestar en los últimos días en la capital, Puerto Príncipe, para reclamar la anulación de los comicios, por considerar que hubo fraude.
La Constitución impidió al presidente René Preval buscar un tercer mandato, por lo cual apoyó al candidato de su partido INITE (Unidad, en criollo), Jude Celestin, de 48 años, quien tiene una relación sentimental con su hija y es ampliamente considerado como su protegido.
La campaña electoral estuvo marcada por incidentes de violencia y denuncias de intentos de asesinato, que caldearon aún más el mal ambiente generado por la epidemia de cólera.
Desde Washington la OEA expresó el lunes su preocupación por los actos de intimidación denunciados por candidatos, y reiteró que seguirá en el país para controlar el anuncio de los resultados oficiales.
"La misión continuará siguiendo de cerca las próximas fases del proceso electoral, incluyendo el período de impugnaciones de los resultados preliminares", afirmó.
En el norte de Haití hubo disturbios en torno a rumores de que cascos azules de la ONU eran los culpables de ingresar la enfermedad al país después de un siglo de erradicada.
El día de la elección fue caótico, varias turbas de airados ciudadanos irrumpieron en locales de votación y los saquearon, además que muchos ciudadanos habilitados para votar perdieron sus papeles luego del sismo de enero, en el que murieron 250.000 personas y 1,3 millones quedaron en la calle.
Según los observadores internacionales, las irregularidades verificadas no fueron suficientes como para invalidar la elección.
Al término de la jornada electoral del 28 de noviembre, 12 de los 18 candidatos presidenciales denunciaron en una declaración conjunta "una conspiración del gobierno y del Consejo Electoral Provisorio" para beneficiar al oficialista Celestin.
El próximo presidente estará al mando del país más pobre de América, donde 80% de sus diez millones de habitantes viven con menos de 2 dólares diarios.
Haití padece además una epidemia de cólera que provocó 2.071 muertos desde octubre, según un nuevo balance del Ministerio de Salud difundido el lunes.
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