Sólo las empresas que están certificadas tienen la autorización de vender y detonar fuegos artificiales, según la Ley 340-09.Los niños son los más afectados por la incorrecta manipulación de fuegos artificiales. Sin embargo, desde que en 2009 el Ministerio de Interior y Policía (MIP) se apoderó de la Ley 340-09 sobre Control y Regulación de Productos Pirotécnicos, se ha reducido drásticamente el número de personas quemadas por estos artefactos.
Antes de 2009, la Unidad de Quemados del Hospital Infantil Robert Reid Cabral atendía al año entre 50 y 60 casos, indicó el director de ese departamento, Andrés Nieves. El año pasado sólo asistieron a tres niños quemados por el uso incorrecto de fuegos artificiales. Mientras que en el hospital Arturo Grullón, de Santiago, no se registró ningún paciente al respecto, en ese periodo.
En la Unidad de Quemados del hospital Luis Eduardo Aybar, la única para adultos con la que cuenta el país, el año pasado no recibió ningún quemado por fuegos artificiales, indicó su director, Enrique Jiménez.
El MIP inició la nueva campaña de prevención el pasado día cinco, que consiste en visitar escuelas y medios de comunicación para informar sobre el peligro que representa la pirotecnia.
La directora de Control de Fuegos Artificiales del MIP, Ana Zayas, sostuvo que desde mediados del mes pasado hasta el momento se han incautado cerca de un millón de fuegos artificiales ilegales, como carcazas, los denominados tira-pó, tumba gobierno, pata de gallina, varillas, volcanes, entre otros.
Esos artefactos incautados se depositan en el polvorín de Sierra Prieta, Yamasá, donde son incinerados en un acto público.
La ley establece sanciones como el pago de hasta 45 salarios mínimos, la incautación de la mercancía y penas de seis meses a dos años de prisión.
Mientras, Nieves indicó que la mayoría de niños que acuden quemados al hospital Robert Reid se debe a que sufrieron el vertido de líquidos calientes.
Dijo que las heridas físicas no son tan graves como las secuelas psicológicas que deja una quemadura, porque queda un cicatriz perenne y en algunos casos contracturas en la piel. “Es mejor prevenirlas y para eso los padres juegan una función importante”, indicó Nieves.
Aumentan quemados por flamas
El director de la Unidad de Quemados del Luis Eduardo Aybar, Enrique Jiménez, advierte que hay un caso que no se le presta atención durante la temporada de Navidad y que provoca muchos daños, que es la quemadura por flama. Es aquella que sufre la persona por la explosión de un tanque de gas.
En Navidad es muy frecuente, dijo, debido a que proliferan los puestos de comida y la gente cocina más, ya que se reúne frecuentemente con la familia y amigos.
Ese tipo de quemaduras representa el 47.5% del total de casos que recibe al año la Unidad de Quemados del Luis E. Aybar. Registros del 2010 contienen que de 183 ingresos, 87 fueron pacientes afectados por flama, 58 (31.7%) por quemaduras eléctricas, 25 pacientes (13.7%) por quemaduras químicas y 11 por escaldaduras (vertido de líquidos).
“La tendencia es que va en aumento. El fuego lo provocan tanques de gas en mal estado. Aquí tenemos la costumbre de colocarlos muy cerca de la estufa, cuando lo ideal sería que estuvieran al menos a cinco metros de distancia”, apuntó Jiménez.
En cuanto a los fuegos artificiales, las heridas que sufren las personas son regularmente en las manos y los glúteos (porque guardan el material pirotécnico en el bolsillo).
En Navidad es muy frecuente, dijo, debido a que proliferan los puestos de comida y la gente cocina más, ya que se reúne frecuentemente con la familia y amigos.
Ese tipo de quemaduras representa el 47.5% del total de casos que recibe al año la Unidad de Quemados del Luis E. Aybar. Registros del 2010 contienen que de 183 ingresos, 87 fueron pacientes afectados por flama, 58 (31.7%) por quemaduras eléctricas, 25 pacientes (13.7%) por quemaduras químicas y 11 por escaldaduras (vertido de líquidos).
“La tendencia es que va en aumento. El fuego lo provocan tanques de gas en mal estado. Aquí tenemos la costumbre de colocarlos muy cerca de la estufa, cuando lo ideal sería que estuvieran al menos a cinco metros de distancia”, apuntó Jiménez.
En cuanto a los fuegos artificiales, las heridas que sufren las personas son regularmente en las manos y los glúteos (porque guardan el material pirotécnico en el bolsillo).
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