El suministro de energía a la población continuaba hoy precario en diferentes puntos del país, mientras que se reportan interrupciones en muchos lugares entre 15 y 20 horas diarias, situación que tiene a la población en un estado de desesperación y al borde de coger el monte. Las quejas por las largas interrupciones en el suministro de electricidad proceden desde todos los sectores de la sociedad, incluyendo a los que residen en los llamados circuitos privilegiados que reciben 24 horas diarias de electricidad.
Por ejemplo, el pasado fin de semana diferentes asociaciones de comerciantes detallistas de provisiones, así también como propietarios de supermercados y de carnicerías, dueños de salones de belleza, talleres de mecánicas y otros pequeños empresarios, alzaban voces al infinito cansados por las pelas de apagones que están recibiendo de parte de las empresas distribuidoras de electricidad, es decir: EDE-Este, Edesur, y de Edenorte, empresas que no fallan al enviar religiosamente las facturas cada mes, y las que también suspenden el servicio hasta con un día de retraso en el pago.
Los propietarios de establecimientos comerciales expresan en sus quejas que sus negocios se encuentran casi quebrados, mientras que los productos que requieren de refrigeración se dañan diariamente, incrementando de esta manera las pérdidas, y consecuentemente, que sus dependientes pasen a engrosar el elevado de número de dominicanos desempleados.
Significan, asimismo, que en los hogares las personas no pueden conciliar el sueño, que unido al infernal calor que hace en estos días, lo que provoca es irritación y deseo de coger la de Villa Diego, como se dice popularmente.
Algunos quejosos por el precario suministro de energía que está recibiendo la población, precisaron que cuando la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), anunció con bombos y platillos que el suministro de energía eléctrica mejoraría sustancialmente con el nombramiento de nuevos administradores extranjeros, es decir, con los actuales de nacionalidad chilena, la situación en cambio se ha empeorado, y ahora los apagones se vuelven interminables e indeseables.
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