Quién aun no ha contemplado a su ciudad desde Villa Trina?

MocaCity, Espaillat, República Dominicana (HN).- Espero motivar dos cosas desde estas líneas. Lo primero que quiero motivar es a valorar lo que tenemos, a nuestras familias y la madre naturaleza. Lo segundo que me gustaría motivar en ustedes es una visita a Villa Trina y para esto último le agrego y advierto lo siguiente lo siguiente:

Villa Trina tiene personas con un corazón bueno, tiene lugares que solo yendo usted lo puede imaginar y además tiene un potencial turístico enorme.

Hace unas horas estuve entre sus gentes y me puse a contemplar el verdor de sus montañas que le rodea y la verdad que motivo dos hermosos poemas, que les presentaré en un instante.

Lo de las advertencia consiste en ver como antisociales se están apoderando del hermoso pueblo, donde van los fines de semanas a intranquilizar el lugar. Por un lado le da vida a lugar con jóvenes que provienen de diferentes puntos de la región norte, pero por el otro lado se cuela un ¨tigueraje¨ que es imposible manejar por por dos o tres policías del lugar. Entonces a la recomendación de ir al lugar, mientras tanto, hágalo de lunes a viernes, para evitar contratiempos y Qué siga el Party!




Sin título

Dame las alas de un águila

Y así poder volar por encima de las montañas

Dame la agilidad de un sarrio

Y poder saltar entre ellas

Dame la prudencia de una marmota

Y poder respetarlas

Dame la fuerza de un caballo

para poder subirlas

Y, sobretodo, dame mucha vida

para seguir marcando la huella de mi bota

en todos sus senderos



Todo depende de ti

Aún te veo, río de mi vida,

con los ojos que miran las montañas.

Yo era una montaña con almendros montaña solitaria.

Y viniste alegre con tu canto

y me besaste toda con tu agua.

Me dejaste inquietud para la noche

y el alma enamorada.

Aún te veo, río de mi vida,

en la curva lejana,

te vas cantando más entre los chopos,

te vas cantando más que en tu llegada.

Y yo,

paralítica montaña;

inmóvil te recuerdo,

enferma de volcanes, alocada,

espero tu regreso, río loco, que pasaste besando

mi cuerpo de montaña.

Tuviste que seguir tu destino de río,

y yo el mío triste de tierra amontonada.

Me dice el viento que vas al mar,

Te sigo río mío, con los ojos, Te sigo río mío con los ojos,

ya que no puedo seguirte con las plantas.

Soñé... te quedarías a mi lado,

como un lago sin cisnes,

para siempre,

acunando mi ansia.

Qué locura más loca

enamorarse de un río, una montaña!

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