En los últimos años me he enterado de un incremento muy importante de incidencia de enfermedades de insuficiencia renal.
Aquí cerca de la ciudad de Aguascalientes, en la ciudad de Calvillo, se han presentado muchos casos incluso de personas muy jóvenes (de 12 a 18 años de edad) que han requerido trasplantes de riñón o que necesitan diálisis constantemente.
Esto es muy preocupante, y nos hace preguntarnos, ¿qué está ocasionando esta terrible situación de salud pública?
Esta es la investigación que he compilado, y pongo a su disposición para que puedan ponerla en práctica. Desafortunadamente el daño en el riñón en la gran mayoría de los casos es irreversible, por eso es mejor prevenirlo.
Causas Nutricionales de la Deficiencia Renal
Nuestro cuerpo es increíblemente resistente a condiciones adversas, pero también tiene un límite. Algunos órganos pueden ser dañados más allá de su punto de recuperación y auto-curación.
Nuestros riñones son sometidos diariamente a un estrés innecesario cuando ingerimos proteínas animales, pues estas son metabolizadas en el hígado y luego por el riñón. Pero lo que llega al riñón son sub-productos de la proteína animal en forma de compuestos de nitrógeno que deben ser eliminados por el riñón para mantener la pureza y estabilidad de nuestro organismo.
En estudios clínicos se ha demostrado que una alimentación reducida en proteínas animales para pacientes renales ha disminuido la mortandad por cerca de 40%. [1]
A la luz de las investigaciones recientes, el vínculo entre los productos alimenticios de origen animal y muchas enfermedades está soportado en la literatura científica con tanta contundencia como el vínculo entre fumar cigarrillos y el cáncer de pulmón.
Por ejemplo, los pacientes que comen carne, incluyendo pollo y pescado, fueron encontrados con el doble de posibilidad de desarrollar demencia, comparándolos con sus contrapartes que no consumieron carne en un estudio diseñado meticulosamente[2]. La discrepancia se hizo más patente cuando se tomó en cuenta el consumo de carne en la infancia y juventud.
La misma dieta cargada con productos de origen animal que ocasiona paros cardiacos y cáncer, también ocasiona la mayoría de las demás enfermedades prevalentes en los E.U.A. incluyendo piedras en los riñones,insuficiencia renal [3], fallo renal, diabetes, osteoporosis, fibrosis uterina, hipertensión, apendicitis, y trombosis.
El problema con los exámenes de sangre para monitorear la función de los riñones es que no comienzan a detectar problemas hasta que más del 90% de nuestros riñones han sido destruidos.
Además de esto, cargamos a nuestros riñones con todo tipo de bebidas difíciles de procesar por el riñón, como café y gaseosas (sodas, refrescos, etc.) que contienen grandes concentraciones de químicos, ácidos, colorantes, saborizantes artificiales, y azúcar.[4]
Por lo anterior, mi sugerencia para evitar deficiencias renales es restringir al máximo las proteínas de origen animal [5]. Como lo puede ver en nuestra sección de recetas, no es totalmente imperioso volverse vegetariano estricto, sino más bien reducir el contenido de origen animal. Estamos acostumbrados a consumir un 80-90% de las calorías diarias provenientes de proteínas y grasas animales, y en mi libro recomiendo que lo disminuyamos a tan sólo un 10% o menos. Con creatividad en la cocina y/o siguiendo mis recetas, usted puede lograr una nutrición excelente, sin sacrificar un delicioso sabor.
Nuestros riñones son sometidos diariamente a un estrés innecesario cuando ingerimos proteínas animales, pues estas son metabolizadas en el hígado y luego por el riñón. Pero lo que llega al riñón son sub-productos de la proteína animal en forma de compuestos de nitrógeno que deben ser eliminados por el riñón para mantener la pureza y estabilidad de nuestro organismo.
En estudios clínicos se ha demostrado que una alimentación reducida en proteínas animales para pacientes renales ha disminuido la mortandad por cerca de 40%. [1]
A la luz de las investigaciones recientes, el vínculo entre los productos alimenticios de origen animal y muchas enfermedades está soportado en la literatura científica con tanta contundencia como el vínculo entre fumar cigarrillos y el cáncer de pulmón.
Por ejemplo, los pacientes que comen carne, incluyendo pollo y pescado, fueron encontrados con el doble de posibilidad de desarrollar demencia, comparándolos con sus contrapartes que no consumieron carne en un estudio diseñado meticulosamente[2]. La discrepancia se hizo más patente cuando se tomó en cuenta el consumo de carne en la infancia y juventud.
La misma dieta cargada con productos de origen animal que ocasiona paros cardiacos y cáncer, también ocasiona la mayoría de las demás enfermedades prevalentes en los E.U.A. incluyendo piedras en los riñones,insuficiencia renal [3], fallo renal, diabetes, osteoporosis, fibrosis uterina, hipertensión, apendicitis, y trombosis.
El problema con los exámenes de sangre para monitorear la función de los riñones es que no comienzan a detectar problemas hasta que más del 90% de nuestros riñones han sido destruidos.
Además de esto, cargamos a nuestros riñones con todo tipo de bebidas difíciles de procesar por el riñón, como café y gaseosas (sodas, refrescos, etc.) que contienen grandes concentraciones de químicos, ácidos, colorantes, saborizantes artificiales, y azúcar.[4]
Por lo anterior, mi sugerencia para evitar deficiencias renales es restringir al máximo las proteínas de origen animal [5]. Como lo puede ver en nuestra sección de recetas, no es totalmente imperioso volverse vegetariano estricto, sino más bien reducir el contenido de origen animal. Estamos acostumbrados a consumir un 80-90% de las calorías diarias provenientes de proteínas y grasas animales, y en mi libro recomiendo que lo disminuyamos a tan sólo un 10% o menos. Con creatividad en la cocina y/o siguiendo mis recetas, usted puede lograr una nutrición excelente, sin sacrificar un delicioso sabor.
Estas son las recomendaciones de los alimentos que hay que disminuír drásticamente para prevenir enfermedades renales:
-Carne de todo tipo: cerdo, res, aves
-Huevo
-Leche y lácteos (quesos, cremas, yogurt)
-Bebidas gaseosas (refrescos o sodas como la Coca-cola, Pepsi, etc. sean de dieta o normales)
-Café (también el instantáneo y el descafeinado)
También tenemos que incrementar el insumo de agua natural purificada ó destilada, todo tipo de verduras (cocidas o crudas), frutas, leguminosas y con medida, semillas como nueces y cereales.
Espero esta información prevenga muchos trasplantes de riñón en mis estimados lectores.
Espero esta información prevenga muchos trasplantes de riñón en mis estimados lectores.
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